Parece una evidencia que la plausible posición del PSOE ante la endiablada cuestión
catalana, no ha beneficiado, al menos en el corto plazo, al proyecto político
que lidera Pedro Sánchez, secretario
general de los socialistas, como tampoco
los resultados obtenidos por esta fuerza política en las autonómicas de Cataluña, donde Miquel Iceta hizo lo que tenía que hacer.
Sin embargo, Pedro
Sánchez sigue navegando contra viento y marea en aras a conseguir el
objetivo prioritario del nuevo proyecto socialista diseñado, a grande rasgos,
en el pasado Congreso Federal. Los
resultados de la lealtad de Sánchez
al citado proyecto, sostenido sobre la voluntad de las bases, hecho que no se
debería de olvidar, ya arrojan frutos sustanciales en las encuestas.
Pedro Sánchez en Granada. |
El sondeo sobre intención de voto elaborado por Celeste-Tel para eldiario.es,
correspondiente al mes de enero, indica unos esperanzadores parámetros. El PSOE continúa subiendo, partiendo del
22,6 por ciento (85 escaños) obtenido en las elecciones generales de 2016,
llega ahora al 25,1 por ciento (92-96 escaños), que le sitúa, claramente, como
la fuerza hegemónica de la izquierda.
Según el citado estudio, los socialistas consiguen compensar
la fuga de votantes que se van a Ciudadanos con los que les llegan desde
Unidos Podemos. Resaltando que un
17,6 por ciento de quienes ahora apoyarían a Pedro Sánchez aseguran que su voto fue para Pablo Iglesias en 2016.
Este logro, que muestra un paso más en una clara tendencia de
crecimiento desde que Pedro Sánchez recuperó
las riendas del PSOE, se produce
incluso pese al escandaloso vacío que realizan numerosos medios de comunicación
en torno a la figura del secretario general socialista. A veces, da la
sensación de que Pedro Sánchez no
existiera o que nunca tuviera nada que decir. Situación que se ve subsanada en
parte por la actividad del PSOE, sus
militantes y simpatizantes en las redes sociales. También es significativa la machacona
insistencia, que raya la obsesión, de la cúpula de Podemos, que señala a Sánchez
como el origen de todos los males de España.
Ante este escenario la dirección socialista parece tener
claro que la fórmula para ganar las municipales y autonómicas y, después llevar
a Pedro Sánchez a La Moncloa, está en volver a repetir un
proceso participativo ejemplar, similar al que propició su vuelta a la sede de Ferraz. Para ello la maquinaria está
siendo engrasada.
Esta misma semana se iniciarán las que se han denominado asambleas abiertas, que recorrerán la práctica
totalidad del territorio español y que
tendrán como principal estrella a Pedro
Sánchez, según han señalado fuentes de la dirección federal socialista, que
también han confirmado que la ciudad de Granada
será la elegida, el jueves día 11, para la celebración del primer encuentro.
No es casualidad que el equipo del secretario general haya
decidido que sea en Andalucía la
primera etapa del periplo por toda España.
Los socialistas no quieren obviar la importancia que tiene esta comunidad
autónoma en unas elecciones generales y por eso se han planteado este gesto
mucho más que simbólico.
En las asambleas
abiertas se debatirá el documento elaborado por la ejecutiva federal, titulado “Diez acuerdos de país”, que incluye las
diez grandes transformaciones que a juicio del PSOE España necesita y
que incluyen pensiones; educación; industria; agua; ingreso mínimo vital; pacto
por el empleo; rescate a los jóvenes; igualdad de género; financiación
autonómica y local, así como un nuevo pacto constitucional.
Las pensiones, derogar la reforma del PP y pactar un acuerdo
de rentas, será uno de los grandes temas del debate. En este sentido, el martes
día 9 Pedro Sánchez desveló en un
desayuno informativo del foro Nueva
Economía en el Hotel Palace de
Madrid, algunas de las propuestas que realizará su partido.
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